17 marzo 2013

5 motivos para dirigir desde el frente

En una ocasión, alguien preguntó qué característica tenían en común los grandes generales de la historia: Napoleón, Alejandro Magno, Gengis Khan, El Cid, Aníbal... ¡Gladiator! ¡Leónidas!. La respuesta fue una única característica. Quizá, sea simplificar demasiado, pero, no le faltaba razón.


Cuando miro a todos estos generales, veo a personas que capaces de arrastrar tras de sí a otras personas. Alineados todos bajo un un mismo objetivo, aquellos que son dirigidos aúnan fuerzas en pro de la victoria. Los generales motivan a sus tropas, les orientan y animan en los momentos difíciles. Son personas con una voluntad inquebrantable, capaces de gestionar con habilidad extrema y de organizar de manera eficiente.

Pero sin embargo, todo ello, sería mucho menos efectivo de cara a lograr la unidad de sus tropas, si todo ello lo hicieran desde la retaguardia. La virtud fundamental, la característica que todos los grandes generales tienen es que dirigen desde el frente. Y de ahí, nace mucha parte de su éxito.

Y ciertamente, a poco que nos fijemos a nuestro alrededor, nos daremos cuenta de ello. Al menos, a mí, me ocurre. Y, por descontado, no es necesario llegar a ejemplos extremos ni hablar de héroes. Los jefes más reconocidos, suelen ser aquellos, que "se pringan". Aquellos que no les duelen prendas en remangarse y remar cuando es necesario. Aquellos que están pegados al día a día y conocen de primero mano las dificultades. ¿Por qué es tan importante dirigir desde el frente?
1. Porque da perspectiva de lo que sienten tu tropa y tu enemigo, de lo que ocurre realmente en la batalla. Adoptar una posición de exposición permite conocer de primera mano información relevante y datos que de otro modo, nunca se obtendrían. Es casi, información confidencial recibida directamente.Y es fundamental porque a menudo la clave está ahí.
2. Porque ejemplariza. Habitualmente es muy sencillo dar órdenes cuando sus consecuencias no se sufren en primera persona. Sufrir los errores de las propias decisiones es siempre recomendable para saber rectificar rápida y justamente. Lo dice la sabiduría popular, "predicar con el ejemplo".
3. Porque permite ganarse la autoridad, básica para dirigir efectiva y eficientemente. En caso de ausencia de autoridad, que la otorgan los demás desde la confianza y el respeto ganados, solo queda el poder para dirigir. Y éste es muy frágil porque nace de la imposición, o en casos peores, del miedo.
4. Porque convierte al que dirige en referente de acción. Con ello, el modelo a seguir está claramente marcado: imitación.
5. Porque es la manera más eficaz de comunicar. Y la comunicación es base de la gestión. 
Todo es fácil de decir, pero son muy pocos los que dirigen desde el frente y lo hacen bien. Son muy pocos los que actúan coherentemente, aunque los rendimientos que se obtendrían con ello serían muy altos. Pero es que es francamente complicado.

No se te escapa a estas alturas, si digo que cuanto estoy diciendo aplica directamente al mundo empresarial. Directivos alejados del mercado, cerrados en sus despachos, reuniones o aviones, que no conocen lo que de verdad ocurre a su alrededor y toman decisiones alejadas de la realidad. O políticos que desde sus escaños, hablan y hablan, y toman decisiones desajustadas respecto de la realidad y que desconocen lo que se dice, se vive y se ve en una oficina de desempleo. Y así, es muy difícil dirigir de manera creíble.

Recuerdo una frase de Amuda Goueli, CEO de la agencia de viajes online Destinia (@amuda), que venía a decir: "Me preguntan porqué no tengo coche... porque mis clientes van en transporte público y quiero conocer lo que dicen y piensan". Creo que es una excelente lección de como un CEO es consciente de la necesidad de estar en el frente, de estar pegado al terreno para conocer al cliente y dando ejemplo.

Así que, ya sabes, de ahora en adelante, antes de tomar una decisión directiva (a cualquier nivel), al menos piensa si estarías dispuesto a llevarla tú mismo a cabo, a dirigir desde el frente. Si la respuesta es no, piénsate dos veces el seguir con ella adelante.

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