20 julio 2012

¿Se pueden entender alemanes y españoles?

Desde hace unos diez meses, formo parte de un grupo de personas que trabajan juntas pero no revueltas en un proyecto. Hasta aquí nada llama la atención. Si además digo que este grupo de personas está repartido entre España y Alemania. Tampoco. Si añado, que además de estar dispersos, unos son alemanes y hablan alemán y otros españoles y hablan español y todos hablamos en inglés, también puede ser habitual. Pero si digo que el grupo parece funcionar, a mí eso ya me parece sorprendente: ¡alemanes y españoles entendiéndose!

Admito que la presentación ha sido un poco sensacionalista, pero lo cierto es que ahora que tengo la oportunidad de trabajar con ingenieros alemanes, empiezo a tener claras las diferencias entre ellos y nosotros. Pero también estoy convencido, que podemos formar un equipo que se entienda. No es sencillo, lleva tiempo, requiere de esfuerzo por ambas partes, surgen dificultades, pero es posible. De esto va realmente la entrada, de cómo gestionamos un equipo disperso de alemanes y españoles. También hablaré del choque cultural que evidentemente existe a pesar, en este caso, de estar geográficamente "cerca" pero bastante más alejados en cuanto a la forma de afrontar los trabajos. En definitiva, de cómo siendo una unión España-Alemania (o Alemania-España, escoged vosotros), ésta funciona. Quede claro, que de lo que hablo es de mi experiencia y es posible que alguno piense que no refleja la realidad. En ese caso, los dos tendremos razón, porque cada uno estaré pensando en su experiencia.

ESTEREOTIPOS

- ¡Ah, eres español! Te gusta el cachondeo, te escaqueas lo que puedes y no cumples jamás un plazo. Y la siesta, no la perdonas, así que de cuatro a cinco, no te llamo. Y lo de los toros, tortilla y sol, ¿sigue siendo así?

- ¡Y tú, eres alemán!. Una máquina perfectamente engrasada, cumples todos tus compromisos y no sonríes... para qué si con esta cara tan seria te va bien. Se me olvidaba, no sabéis lo que es una cerveza fría, con esos tamaños de jarra es casi imposible acabártela sin que se caliente. Y, ¿es verdad que solo coméis salchichas y codillo?

Sí, ya os podéis imaginar que es pura parodia. Pero en ambas hay algunas verdades... y muchos tópicos.

DESCUBRIENDO A LOS ALEMANES

Los comienzos no fueron sencillos. El choque cultural me pareció brutal. Estamos en la misma Europa, pero somos muy diferentes. A estas alturas ya todos lo sabemos. ¿Qué es lo que estoy descubriendo?:
  •  Planificación alemana, rigurosa y frecuentemente actualizada. Frente a una visión por nuestra parte, algo más laxa. Al final la planificación está para orientar y cumplirla a rajatabla es difícil si no imposible. Entonces, ¿para qué llevarla al extremo?
  • Mis colegas alemanes presentan una forma de trabajar bastante estructurada y suelen requerir de unas especificaciones muy claras. En nuestro caso, la libertad (o indefinición) es mayor, no estamos tan habituados a requerimientos estrictos. Esta circunstancia, creo que es absolutamente cultural y cada uno convive en su país de manera muy natural con ella. En numerosas reuniones, surgía la pregunta de "¿cuánto puedo mover de posición este elemento para que no sea importante el cambio?". Según nos cuentan, la legislación alemanda fija criterios muy claros en muchos aspectos. En España, ésta suele ser interpretable, cuando no subjetiva. Cada una de las posibilidades tiene sus ventajas e inconvenientes, pero nuestros amigos germanos no daban crédito, a juzgar por lo mucho que abrían los ojos y sus miradas.
  • No dan una respuesta sin la certeza (y digo certeza, no uso otra palabra de manera intencionada) de que lo que sale de su boca (de su trabajo) es estrictamente verdad. Por nuestra parte, quizá de manera muy osada, somos capaces asumir cierta incertidumbre y dar respuestas, que aunque desconociendo su veracidad absoluta, son altamente probables o es la mejor estimación disponible. Que nadie interprete de estas palabras, que engañamos o mentimos, porque en ningún caso es así (que somos muy dados a pensar siempre satánicamente).
  • Los cambios de dirección, modificaciones u alteraciones sobre la marcha, no son aceptadas de buena gana por los compañeros alemanes. Creo que en España, para eso somos más flexibles, aunque alguno pueda pensar que lo que denota es descontrol.
  • A pesar de lo que yo pensaba inicialmente, son gente extremadamente agradable. Quizá somos nosotros los que pecamos de ser muy directos y no sé si incluso a veces, pensarán que somos unos bordes (ya os digo que nunca han dicho nada... ¡son muy educados!). Difícilmente recuerdo una sola ocasión en la que haya sido interrumpido. Respetan mucho los turnos de palabra, incluso creo que demasiado. Nos ahorraríamos mucho tiempo con alguna interrupción oportuna. Pueden estar escuchando auténticas barbaridades, estar en el más absoluto desacuerdo pero ahí están, aguantando. Muy loable. Creo que ese tono del idioma alemán que, al menos a mi, me resulta áspero, tiene mucho que ver en ese prejuicio (aunque españoles que han vivido allí y hablan alemán perfectamente, me han asegurado que es un idioma muy dulce... ¡aún no me han convencido!).

¿Y CÓMO FUNCIONA ESTA ASOCIACIÓN?

Cómo comentaba al inicio, está funcionando razonablemente bien esta coalición Alemania-España.

Nosotros hemos conseguido entender que la planificación es necesaria y es un elemento de control útil y ellos, creo, que también se han relajado en este sentido. Las actualizaciones existen pero no son un problema. 

En cuanto a la gestión de la incertidumbre, ahí nosotros llevamos la voz cantante. Es quizá, desde mi punto de vista, lo que más les cuesta. Tratamos de hacerles ver la idiosincrasia española, que 1+1 difícilmente son 2, pero que el riesgo que se asume dando como resultado 1,9 o 2,1 no es significativo. Y parece que lo asumen deportivamente.

Nosotros nos manejamos francamente bien con los cambios de dirección. Somos flexibles, buscamos soluciones de manera bastante natural. Pero reconozco que su forma de pensar sería más eficiente: un camino fijado y seguirlo. Lamentablemente, esto sucede, al menos con la experiencia que tengo, en raras ocasiones. Así que, se han visto obligados a adaptarse a la situación. Por nuestra parte, tratamos de hacerles la existencia más sencilla, guiándoles en el proceso y definiendo lo más detalladamente posible aquello que tienen que hacer. Somos nosotros los que conocemos la manera de presentar el trabajo. De este modo gestionamos los cambios al estilo alemán. Creo que un punto intermedio que funciona y con el que ellos se sienten cómodos.

Pero sobre todo, sobre todo, comunicación. Utilizamos el correo y el teléfono con frecuencia. Es la manera de evitar malentendidos. No olvidemos que aunque el inglés es el idioma empleado y hablado por todos, la manera en qué se habla está tiznada de las estructuras sintácticas de las lengua maternas de cada uno. Una vez más, como en muchos otros casos en la gestión de proyectos, la comunicación es fundamental. Y tengo que destacar, al menos en el caso de mis alemanes, que son personas que escuchan mucho y activamente, seguramente mejor de lo que nosotros lo hacemos.

Y ENTONCES...

He descubierto unos alemanes agradables, simpáticos y ¡que sonríen!. Serios en el trabajo, pero que no siempre cumplen sus plazos... porque es inevitable incumplirlos alguna vez. Son humanos y me alegra saberlo. Perfeccionistas, profesionales a los que me me gustaría tener en cualquier trabajo de detalle que se me pusiera por delante. Pero que gestionan la incertidumbre peor. En eso, creo sinceramente, que les llevamos ventaja. Formamos, no voy a decir un equipo de alto rendimiento, pero sí un equipo, a pesar de ser de diferentes empresas y países. España adopta el papel de impulsora y Alemania de finalizadora... a lo mejor si nos parecemos algo a un equipo de alto rendimiento. Desde luego, las dos facetas se complementan y es lo que hace que funcione

Lo que ellos piensan de nosotros, algún día se lo preguntaré, aunque de momento no se han quejado.

Y, volviendo a los tópicos...a los alemanes la cerveza por grande que sea no se les caliente. No puedo decir lo mismo.

6 comentarios:

  1. Hola Celso,

    Somos estudiantes de Alemania y hemos tratado tu texto "¿Se pueden entender alemanes y españoles?" en clase. Conocemos los prejuicios típicos contra los alemanes, los que tu has mencionado también: Somos estrictos, puntuales, estructurados, todo lo que hacemos es planificado y cuando no estamos seguro de algo no hablamos de esa cosa.
    A nosotros los prejuicios nos parecen un poco raros y no pensamos que todos somos así. Por ejemplo pensamos que hay alemanes que siempre llegan tarde. Pero tal vez para los españoles ellos sin embargo son puntuales.
    Lógicamente nosotros tenemos prejuicios contra los españoles también. Es lo que dices tú: Sois muy muy relajados y simplemente disfrutáis la vida.
    Luego podemos decir que siempre relacionamos una cultura con características específicas que pueden ser positivas o negativas. Al mismo tiempo sabemos que son prejuicios y que esos prejuicios no se aplican a todo la gente de esa cultura.
    Esa forma de pensar es totalmente normal y es bueno de hacer experiencias con varias culturas, cómo lo has hecho tú. Dices que para ti el choque cultural fue brutal. Nosotros pensábamos que realmente no es "un choque" cuando encuentras a otras culturas en Europa. Porque las diferencias entre culturas europeas no son tan grandes.

    Saludos

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    1. Hola:

      ¡Qué alegría saber que la entrada ha sido útil! ¡Y nada más y nada menos que en Alemania! Tengo un gran recuerdo de la experiencia.

      Desde luego que los prejuicios sobre las personas de diferentes países tratadas como un grupo son erróneas y no suelen ser más que una extrapolación de un número estadísticamente significativo. Y solamente eso. Basta con que un 50-60% cumpla un criterio para meter a todos en la misma categoría... pero sigue habiendo un 40% que no lo cumplirá y no estará etiquetado.

      Si os paráis a pensar, yo creo que incluso la multiculturalidad se da dentro de los propios países. En España mismo, hay también mucho prejuicio al pensar de manera general en gallegos, andaluces, vascos, catalanes o madrileños, por ejemplo.

      Al final cada persona, con independencia de su país o región, en un mundo en sí mismo.

      En cualquier caso, la diversidad es maravillosa y funciona muy bien en cuanto se encuentra el punto de funcionamiento adecuado. Y así fue en este caso.

      La experiencia que comento en el blog se dio en el campo de la ingeniería civil y por tanto, en un campo profesional. Tal vez esa diferencia cultural en el plano personal, no era tan evidente. Al final todos somos lo mismo, personas y nuestras preocupaciones e inquietudes muy similares.

      Muchas gracias por vuestra visita y comentario, que os agradezco mucho :)

      Saludos.

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  2. Very interesting article altough I understand the half. If you would like to discover some funny and interesting Information about the Germans visit me on www.german-tutorial.com

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Hola desde Munich,
    tu escrito me servira muchisimo para mis estudios decomunicacion entre alemanes y latinos, aun no delimito mi tema..pero excelente experiencia, gracias x tiempo para publicar esto. Vivo en Alemania-Munich desde hace 13 anos, y para mi no ha sido facil ..eso de las pautas, pero tienes razon..al final nos complementamos...Saludos y mucho exito.

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