10 junio 2012

Mirar hacia adelante

Difícil día en España para comenzar con un blog. Ha terminado la comparecencia del Presidente del Gobierno para dar explicaciones "sobre lo ocurrido ayer". Y me quedo con la sensación de que ni nos cuentan todo, ni lo que nos cuentan es verdad, que seguimos mirando al pasado, que ciertos periodistas hacen preguntas absolutamente anecdóticas desaprovechando su minuto...
Y estas cuatro porque:

- Hay detalles que es mejor no contar por el bien de la negociación. Quien sabe si el Gobierno sigue negociando porque presionamos para lograr más "apoyo financiero" y todavía no sabemos todo.

- Nos dice el sr. Presidente que la línea de crédito no afectará al déficit, pues ya me dirán quién avala la línea y paga los intereses del dinero procedente del FROB si no el Estado.

- Que si ya me gustaría que esto se hubiera hecho antes. Pues quizá tenga razón, pero ya basta de mirar hacia atrás. El legado es el que es, ya se ha dicho hasta la saciedad que es malo, o incluso peor, pero hay que dejar el pasado en su lugar, aprender de los errores y mirar hacia adelante. Y quizá el actual Gobierno, y el partido asociado, no deba clamar muy alto después de aflorar déficits ocultos en las Comunidades Autónomas que gobernaba antes de llegar al poder central.

- ¿Por qué viaja a Polonia?. Me quedo sin argumentos, gran pregunta que se queda en la anécdota y que pierde el periodista su oportunidad de indagar algo más (aunque fuera difícil, no lo niego, con la cintura del sr. Rajoy). Pero al menos, había que intentarlo.

Y esto es todo lo que diré respecto a la comparecencia y al rescate o línea de crédito... me da igual como le llamen. En eso estoy de acuerdo con el sr. Presidente.

Desde esta humilde posición de bloguero advenedizo, quiero aportar mi grano de arena para resolver esta situación, que a todos sin excepción nos preocupa, estoy seguro. No quiero seguir mirando hacia atrás y convertirme en estatua de sal, no quiero seguir escuchando por la calle, en el trabajo, en el metro, en la televisión lo mal que estamos. Eso todo, ya lo sabemos. Debemos mirar hacia adelante. Los que tenemos trabajo, trabajando, los que tienen que gobernar, gobernando, los unos, dialogando honestamente con la oposición y los otros oponiéndose, preferiría que fuera colaborando, con propuestas para poder llegar a eso  que llaman consenso que casi desconozco en política, salvo por contadas excepciones, desde que tengo uso de razón. Sí, para no cruzar esas líneas rojas que tanto tiempo ha costado dibujar. Los que gestionan las entidades bancarias, haciendo que el dinero fluya en forma de crédito a las empresas, emprendedores y familias. Los periodistas, siendo conscientes de la capacidad que tienen de crear opinión. No pido que mientan, faltaría más, pero ni todo es una confabulación ni todo va bien. Pero, el vaso se puede ver medio lleno o medio vacío. Y eso depende solo de nosotros.

Es el momento de que todos, sin excepción, tratemos de dejar a un lado revanchismos, la queja constante (yo el primero), el "y tú más" y miremos con algo de optimismo el futuro. No digo que sea fácil, digo que hay que intentarlo, que el optimismo es una actitud y a día de hoy escasea. Seguro que podemos salir. Es el momento de tener un objetivo común. Cada uno desde su pequeña parcela y los que tienen un "gran terreno", con mayor fuerza. Y digo, todos y cada uno, nada de aprovechar la ocasión para sacar partido, que ya conocemos eso de "el hombre es un lobo para el hombre".

Así que, desde aquí, mi alegato al optimismo, a luchar y a mirar hacia adelante.


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