¡Nos vemos en 2014!

Un año más, y espero que sean muchos los que nos queden, llega en final del año. Pero no voy a hacer una recopilación de entradas, ni contaros el rollo de los buenos propósitos para el año que viene, ni una lista de los mejores chistes del año. 

Para mí ha sido un año complicado pero que a pesar de ello, creo ha sido magnífico. Me he ido dando cuenta durante estos doce meses de lo que he ido aprendiendo y disfrutado este 2013 que se va.  Sí, puedo decir que a pesar de las circunstancias, 2013 lo cierro con un balance muy positivo. He pasado por el cabreo, la alegría, a veces la desesperación y vuelta al ánimo. Pero siempre he acabado mirando hacia adelante. Eso me enorgullece.

Gracias a todos los que han confiado en mí, a los que me están abriendo las puertas y a los que día a día, hacen que este camino de reconversión más sencillo y alegre. Estoy seguro que si leen esta entrada, sabrán quiénes son y por qué estas palabras.

Venga, y ya que estamos, también voy dar las gracias a los que no me han abierto sus puertas, porque me han ayudado a buscar nuevos caminos y plantearme por qué no daba con la clave. En muchos casos, ha sido didáctico pero no ha habido avances. Tozuda realidad. Así que a ellos, también gracias.

Pero si algo tengo claro es que hay que seguir y que si crees en algo hay que perseguirlo. Resiliencia, trabajo y constancia... y algunas dosis de paciencia activa. Poco a poco confío en que siguiendo adelante todo irá tomando forma.

No quiero que éste sea un discurso supervitaminado de los que me sacan de mis casillas, porque no siempre que se quiere se puede ni la vida es rosa aunque tenemos que tratar de ponerle color, eso eso estoy de acuerdo. Pero siempre, al menos, hay que intentar hacer todas las ganas. Y ni con todo esto a menudo conseguimos nuestros objetivos. Corazón pero con cabeza. Saber decir por aquí no y decidir cuando cambiar o abandonar, que no pasa nada. 

Al 2014, no le pido nada, me dará, espero, lo que me yo mismo me haya ganado, porque no deja de ser un año y nosotros somos los que podemos hacer algo por que sea un gran año. Así que seguiré peleando, no tengáis la menor duda. Algo, en realidad, le voy a pedir: salud... que solo nos acordamos de ella cuando nos falta.

Amigos y amigas, os deseo unas felices fiestas, una excelente salida y entrada de año y que seáis todo lo malos y malas que podáis u os dejen, que buenos y santos, dicen que, hay a montones. Al menos, seamos diferentes.

¡Nos vemos en 2014!