Creo que quien más quien menos conoce Springfield, un retail del sector textil que inicialmente puso en foco en los hombres y que posteriormente amplió a las mujeres. Ya se sabe, que por lo general, con el miedo a equivocarme, las mujeres suelen gastarse algo más en ropa que nosotros. Aunque de todo hay.
Pues hace poco, me compré un pantalón vaquero en una de sus tiendas. Entre las múltiples etiquetas que llevaba la prenda, una me llamó la atención: H20 (que leído según dicen en la página de Springfield, es "Hache Dos Cero"). Un "juego de grafismos" en el que la fórmula química del agua se mezcla con el "0" relativo, entiendo yo, a la reducción del consumo de agua al que se refieren (que en todo caso, no es cero).
Como buen curioso, me metí en el buscador para saber algo más sobre este tema. En la página principal de Springfield, no hay ni rastro de esta iniciativa, aunque por lo que he podido leer la línea de vaqueros se lanzó a finales de 2012. El objetivo por parte de la marca parece claro,
En los últimos tiempos, quizá de un año hacia aquí, se escucha ya con fuerza hablar de la huella hídrica, un concepto que evalúa el consumo de agua que una empresa, persona o comunidad utiliza en todo su proceso productivo o su vida diaria.
Es un concepto estrechamente unido a la sostenibilidad, que ésta sí, desde hace ya bastantes años (incluso décadas) se viene exigiendo desde la sociedad pero que las empresas están tardando en adoptar realmente. Todo ello, en la línea de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), que es aplicada en muchos casos por parte de las empresas como mero elemento estético. Quizá esto de la RSC comience a ser un concepto que se queda corto y que hay que ampliar hacia modelos de empresa donde el propósito sea en sí mismo responsable y guíe la actividad y donde ser responsable no sea un añadido como lo es en el caso de la RSC. Por tanto, dar un vuelco para convertir el propósito en motor de la empresa y como resultado se consigan beneficios y no que estos sean el fin primero y último. Y todo con una concepción sincera, creíble y más amplia de los grupos de interés, más allá de la retribución a los accionistas.
Creo que esto va a cambiar, si es que no estamos en ello. Será una gran noticia. Espero que en vez de castigar a las que no sean responsables comencemos a premiar a las que sí lo son. Un pequeño pero importante cambio.
Volviendo al caso de "H20" ni un comentario sobre su RSC en la página web de Springfield. La verdad es que es un pequeño detalle, pero que ya que parecen estar volcados con ella, al menos que lo publiciten. Me parece justo y oportuno. Porque como en todo, no basta con serlo, hay que parecerlo.
En todo caso, la página dedicada en exclusiva a esta línea "H20", me ha dejado un sabor amargo. Tiene un diseño cuidado, se explican con claridad los consumos de agua en la fabricación y los ahorros logrados con su iniciativa y se dan consejos para que ahorremos agua. Y todo de manera muy sintética y limpia. A mi modo de ver, han comunicado francamente bien el beneficio aportado.
Sin embargo creo que se han quedado a medias. Han intentado crear un "claim" con la palabra "waterfriend". Como idea me parece excelente, más si tenemos en cuenta el potencial de comunicación y engagement que tienen las redes sociales... ¡ya! Las redes sociales. Es aquí donde creo que patinan. El "claim" ni siquiera lo presentan como un hashtag, para aprovecharlo, por ejemplo, en Twitter. Es más, y esto es lo grave, no hay referencia alguna o vínculo con las redes sociales en esta página web. Desconozco el motivo de ello, pero es una oportunidad desaprovechada.
Hoy en día, no se puede concebir una campaña, que además parece estratégica para la marca y alineada con las inquietudes de su segmento de clientes objetivo (los llamados "millenials", Generación Y o incluso N, según donde se mire), sin contemplar las redes sociales. Estos "millenials" (entre los que ya no me permiten estar) se caracterizan según los múltiples estudios que hay (aquí uno de ellos) por un uso intensivo de las redes sociales y preferentemente a través de sus dispositivos móviles y por fiarse más de las opiniones de amigos y otros consumidores que de lo que la empresa dice. Y también están preocupados por el medio ambiente y la responsabilidad de las empresas, algo que enlaza perfectamente con esta línea de vaqueros de Springfield.
Pero más importante, estos "millenials" son los grandes consumidores del futuro, no muy lejano. Por ello, me resulta extraño que no hayan contemplado la integración de las redes de una manera explícita para saciar la sed de compartir de este segmento. Razones habrá, supongo.
Desde luego, "H20" es una iniciativa que debería extenderse si no lo ha hecho a todas las empresas textiles, como una práctica responsables (y rentable). Y además de ello, sacarle partido, algo que en este caso, Springfield, creo no ha hecho.
En cualquier caso, bienvenido sea el consumo responsable de agua. Apliquémonos el cuento.
Pues hace poco, me compré un pantalón vaquero en una de sus tiendas. Entre las múltiples etiquetas que llevaba la prenda, una me llamó la atención: H20 (que leído según dicen en la página de Springfield, es "Hache Dos Cero"). Un "juego de grafismos" en el que la fórmula química del agua se mezcla con el "0" relativo, entiendo yo, a la reducción del consumo de agua al que se refieren (que en todo caso, no es cero).
Como buen curioso, me metí en el buscador para saber algo más sobre este tema. En la página principal de Springfield, no hay ni rastro de esta iniciativa, aunque por lo que he podido leer la línea de vaqueros se lanzó a finales de 2012. El objetivo por parte de la marca parece claro,
"mostrar su "preocupación" por adoptar nuevos procesos y tecnologías que actualmente permiten a la industria textil colaborar en la protección del medio ambiente y vincularse a una tendencia de consumo sostenible".Desde luego, cuestiones de lo más deseables para toda compañía y más para una enmarcada en la industria textil con un consumo de agua y una generación de aguas residuales que hay que tratar más que importante, derivado de los procesos que se realizan.
En los últimos tiempos, quizá de un año hacia aquí, se escucha ya con fuerza hablar de la huella hídrica, un concepto que evalúa el consumo de agua que una empresa, persona o comunidad utiliza en todo su proceso productivo o su vida diaria.
Es un concepto estrechamente unido a la sostenibilidad, que ésta sí, desde hace ya bastantes años (incluso décadas) se viene exigiendo desde la sociedad pero que las empresas están tardando en adoptar realmente. Todo ello, en la línea de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), que es aplicada en muchos casos por parte de las empresas como mero elemento estético. Quizá esto de la RSC comience a ser un concepto que se queda corto y que hay que ampliar hacia modelos de empresa donde el propósito sea en sí mismo responsable y guíe la actividad y donde ser responsable no sea un añadido como lo es en el caso de la RSC. Por tanto, dar un vuelco para convertir el propósito en motor de la empresa y como resultado se consigan beneficios y no que estos sean el fin primero y último. Y todo con una concepción sincera, creíble y más amplia de los grupos de interés, más allá de la retribución a los accionistas.
Creo que esto va a cambiar, si es que no estamos en ello. Será una gran noticia. Espero que en vez de castigar a las que no sean responsables comencemos a premiar a las que sí lo son. Un pequeño pero importante cambio.
Volviendo al caso de "H20" ni un comentario sobre su RSC en la página web de Springfield. La verdad es que es un pequeño detalle, pero que ya que parecen estar volcados con ella, al menos que lo publiciten. Me parece justo y oportuno. Porque como en todo, no basta con serlo, hay que parecerlo.
En todo caso, la página dedicada en exclusiva a esta línea "H20", me ha dejado un sabor amargo. Tiene un diseño cuidado, se explican con claridad los consumos de agua en la fabricación y los ahorros logrados con su iniciativa y se dan consejos para que ahorremos agua. Y todo de manera muy sintética y limpia. A mi modo de ver, han comunicado francamente bien el beneficio aportado.
Sin embargo creo que se han quedado a medias. Han intentado crear un "claim" con la palabra "waterfriend". Como idea me parece excelente, más si tenemos en cuenta el potencial de comunicación y engagement que tienen las redes sociales... ¡ya! Las redes sociales. Es aquí donde creo que patinan. El "claim" ni siquiera lo presentan como un hashtag, para aprovecharlo, por ejemplo, en Twitter. Es más, y esto es lo grave, no hay referencia alguna o vínculo con las redes sociales en esta página web. Desconozco el motivo de ello, pero es una oportunidad desaprovechada.
Hoy en día, no se puede concebir una campaña, que además parece estratégica para la marca y alineada con las inquietudes de su segmento de clientes objetivo (los llamados "millenials", Generación Y o incluso N, según donde se mire), sin contemplar las redes sociales. Estos "millenials" (entre los que ya no me permiten estar) se caracterizan según los múltiples estudios que hay (aquí uno de ellos) por un uso intensivo de las redes sociales y preferentemente a través de sus dispositivos móviles y por fiarse más de las opiniones de amigos y otros consumidores que de lo que la empresa dice. Y también están preocupados por el medio ambiente y la responsabilidad de las empresas, algo que enlaza perfectamente con esta línea de vaqueros de Springfield.
Pero más importante, estos "millenials" son los grandes consumidores del futuro, no muy lejano. Por ello, me resulta extraño que no hayan contemplado la integración de las redes de una manera explícita para saciar la sed de compartir de este segmento. Razones habrá, supongo.
Desde luego, "H20" es una iniciativa que debería extenderse si no lo ha hecho a todas las empresas textiles, como una práctica responsables (y rentable). Y además de ello, sacarle partido, algo que en este caso, Springfield, creo no ha hecho.
En cualquier caso, bienvenido sea el consumo responsable de agua. Apliquémonos el cuento.
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