17 julio 2013

El descanso del bloguero

Ya llegó el verano y con él, el calor, una ciudad menos llena, los días más largos y las vacaciones. Ya sean literales, como antaño, cuando en este país no se hablaba de la crisis, con tu playa, tu chanclas o tus viajes inolvidables a todo trapo o ya sean virtuales, austeras, como parece que es obligado dadas las circunstancias. Sean como sean este año las tuyas, disfrútalas. Yo haré lo propio. Y me las tomo hasta septiembre, como un señor.


Durante este mes y medio dejaré de actualizar el blog (espero que lo entiendas y me disculpes por ello) y de estar ahí dándole a Twitter. Aunque estoy seguro de que me adaptaré a este paréntesis bloguero-tuitero veraniego, no dudes que lo echaré de menos. Pero durante algún tiempo al año, creo que es necesario desenchufarse y descansar falanges, en general y pulgares en particular.

Eso no quiere decir que me vaya a dedicar a vegetar y a reducir toda actividad cerebral hasta convertir mis impulsos neuronales en una réplica de la llanura manchega. Este verano toca ponerme al día con esas lecturas que tengo abiertas y que en las últimas semanas he dedicado menos atención de la que merecían. Y empezar, y espero que acabar, otras que tengo en la recámara. Sobre ellas hablaré en la sección "Libros" a la vuelta en septiembre. Pero también habrá tiempo para descansar como manda la tradición. Porque como dice mi padre, "hijo, hay que saber aburrirse"... pues por una vez al año que le haga caso, no va a pasar nada (al menos lo intentaré).


Y lo que es seguro es que seguiré observando. Sí, esa sanísima actividad (bien entendida, no vayamos a ir por donde no es) a la que soy adicto desde pequeño. Miraré con ojos curiosos todo lo que me rodee y lo que vaya encontrando. Será fácil porque es inevitable para mí. Ten por seguro que eso dará pie a nuevas entradas en el blog. Porque más que con filosofar, que de vez en cuando también me gusta y bastante, disfruto más con la aplicación de la teoría a casos prácticos. Al final, el mundo empresarial del chirinquito, la tienda de la esquina, el supermercado habitual, la película del cine o televisión, etc están repletos de lecciones muy valiosas de lo bueno y de lo malo, de lo mejor y de lo peor.


Además, a menudo tomar distancia aclara las ideas, como describen perfectamente los amigos de Marketingtorming en su entrada  "Potencias de 10" y este descanso me permitirá reflexionar un poco, alejado de la prisa con la que vivimos habitualmente y de las rutinas del año, que a menudo nos nublan.


Amigos, disfrutad del verano y en septiembre volvemos a hablar.

2 comentarios:

  1. Querido Celso

    Recarga baterías, que a la vuelta esperamos post tan interesantes como los que has escrito esta temporada, fruto de una mente en permanente estado de ebullición.

    Un abrazo fuerte

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    Respuestas
    1. Hola Alberto:

      Muy generosas tus palabras. Intentaré tomar esa energía para volver con ideas frescas.

      Muchas gracias por estar ahí :)

      Un fuerte abrazo.

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