¿Ha merecido la pena el MBA?

En un post anterior, te contaba cuáles son o habían sido para mí las cuestiones a tener en cuenta a la hora de pensar en hacer un MBA. Ha pasado un año y medio desde que finalicé el MBA y creo que ha llegado el momento de hacer recapitulación de lo conseguido: ¿ha merecido la pena el MBA?

Cómo te comenté en su día, había que tener claros los objetivos por lo que te animas a hacer el MBA. En mi caso, eran dos: aprender (muy bucólico y filosófico) y dar un giro a mi carrera profesional. Cada uno tendrá los suyos, o incluso alguno quizá no los tenga del todo claros porque será una amalgama o incluso la empresa te obligue a ello. En todo caso, aprovecha (o espero que hayas aprovechado) el tiempo.

PRIMER OBJETIVO

En cuanto al primero de los objetivos cumplido a la misma finalización del MBA. Pero con el paso de los meses, hay algo que de manera adicional ha llegado a mí, quizá sin esperarlo. Desde la finalización del MBA, se me ha despertado un gran interés en el mundo empresarial, así en general. Comencé a leer libros de gestión, de estrategia, de marketing, de innovación y cantidad de información a través de artículos y blogs sobre estos temas. Poco a poco he ido descubriendo muchas aspectos desconocidos y que en el MBA apenas se tocan. Sobre todo en el campo de la innovación. 

Ahora, meses después de finalizar, veo una cierta carencia en este ámbito, al menos en el MBA que yo cursé. Había alguna asignatura optativa, pero ni mucho menos se le daba la importancia, que yo creo tiene este tema. Es difícil hablar de innovación por sí misma, encapsulada en una única asignatura, porque la innovación trufa toda la gestión empresarial y no pertenece a ningún área en particular y puede y debe aplicar a todas. Pero incluso ahondando en el contenido de las asignaturas, no veo la innovación por ningún lado. Aspecto que debe corregirse necesariamente, en mi opinión porque los tiempos han cambiado. No son suficientes las visiones más tradicionales.

El MBA me hizo descubrir la gestión empresarial y me impulsó, ha sido el catalizador de un proceso de aprendizaje autónomo que me está dando grandes satisfacciones. Es cierto, que soy curioso por naturaleza y eso ha ayudado mucho, sin duda. 

Como también ha ayudado la existencia y uso de Twitter (sin duda mi red social preferida) y el propio blog. La primera para mí es una fuente de información y contenidos única (sí, en la que hay que filtrar mucho) y el blog porque me "obliga" a estar al día y me facilita la ordenación de ideas de los temas que me interesan para después volcarlos con mi propia visión. Además, el blog me da la opción de poner en práctica muchas de las teorías que aprendo al aplicarlas a casos concretos, con más o menos acierto.

En definitiva, a raíz del MBA mi perspectiva y visión de la empresa, la gestión y diría que incluso del mundo en general, ha crecido. No por la profundidad, que también, sino fundamentalmente por la amplitud. Para mi ha supuesto aire fresco, una especie de renacimiento interior, que a otros les llegará por otras vías, pero a mí me ha llegado por ésta. Ni mucho menos quiero decir que el MBA sea la piedra filosofal, ni que lo que en él aprendí haya sido todo estupendo ni que me haya aportado la respuesta  todo. No. Digo que a mí me ha animado a redescubrir la empresa, a redescubrirme a mí mismo y a adquirir un nuevo espíritu crítico. Suelo decir que muchos afortunados llevan el pensamiento crítico de fábrica o han sabido desarrollarlo de manera natural; en mi caso ha requerido de una ayuda catalizadora del proceso en forma de MBA.

SEGUNDO OBJETIVO

En cuanto al segundo de mis objetivos con el MBA, reorientar mi carrera profesional, sigue en proceso. He dado pasos importantes y espero que en breve plazo de tiempo consiga un primer hito. O al menos haya puesto la segunda piedra. La segunda digo bien, porque la primera la puse el día que decidí virar y me puse manos a la obra. En el MBA entré con la idea de dar un giro a mi carrera profesional, pero las ideas por sí mismas, no valen demasiado. Tienen su importancia y suponen las bases de muchos proyectos, pero se necesita acción. Y el MBA me dio esa confianza (y gran parte de los conocimientos) para trazar el nuevo camino. He de decir que no está resultando nada sencillo, pero no hay que desfallecer. Una vez el plan está definido hay que seguirlo, evaluarlo, ver los avances y reajustarlo permanentemente para que la meta no se pierda de vista y aún con cambios de rumbo, tener en mente el destino. ¡Y lo bien que me lo estoy pasando! 

En mi caso, como ves, primero y segundo objetivo iban de la mano.

OTROS OBJETIVOS

Vale muy bien, ¿y de los posibles otros objetivos que se pueden plantear? Veamos:

- Acelerar tu carrera profesional: mi caso es algo particular por el cambio, pero lo que he podido ver entre mis amigos del MBA, quién más quien menos, ha dado pasos hacia adelante. Es decir, se podría decir, que a pesar de la situación, y sin esperar con los tiempos que corren grandes saltos, hay una cierta tendencia a mejorar. ¿Podría haberse dado sin hacer el MBA? Pues no lo sé, quizá sí pero mi sensación es que habría tardado más.

- Ganar más dinero: ya te dije en su momento, que este no debería ser un objetivo por el que hacer un MBA. Te lo vuelvo a recordar. Si acaso, llegará como consecuencia. En general, ha llegado, asociado al punto anterior habitualmente.

- Buscar contactos: una vez más es uno de los objetivos que llegan como consecuencia. En el MBA he conocido muchos compañeros, he hecho amigos y alguno que otro, no se puede decir más que sea un mero conocido. No sé si son contactos, pero desde luego algo nos une. Y por supuesto, los amigos, amigos son, y nunca les llamaré contactos. En todo caso, la red se amplía pero está en mano de cada como sacarle provecho. Recuerda también, que la base del "networking" es desinteresada, no se busca para obtener nada, te relacionas para dar y tal vez algún día, si llega, recibir. En fundamentalmente generosidad, o al menos así la veo yo.

RESUMIENDO

En resumen, incluso un año y medio después de acabar el MBA sigo pensando que ha merecido el esfuerzo y sacrificios. A pesar de más de una bromita de compañeros y algún jefe por haberlo hecho. 

¿Y ha merecido el dinero invertido? Espinosa pregunta y de respuesta nada clara incluso a día de hoy. Hace seis meses en la primera entrada sobre MBA's, ya tenía esta duda. Sinceramente, no sabría responderte tampoco ahora. Sigo encontrando muchas ofertas en las que se valoran más los MBA's de las "escuelas prestigiosas" (así las nombran y son IE, IESE, ESADE) en en ámbito de las multinacionales y el campo internacional. Quizá sea mero desconocimiento por su parte, pero parece que solo son las primeras escuelas de negocios en los ránkings las conocidas y por tanto, las valoradas por ellos. ¿Significa eso que sean las mejores? No necesariamente, pero no puedo comparar ya que solo conozco de verdad una.

Un último apunte. Ningún MBA va a darte las claves de nada. Aprenderás algunas herramientas de análisis (aún encontrarás muchas más y quizá mejores en muchas ocasiones, todo depende de la finalidad), te dará conocimientos generales, un marco para la gestión pero no te va a dar respuestas. Quizá, te permita plantearte muchas más preguntas. 

El método del caso funciona para el objetivo de analizar y desarrollar conceptos a su alrededor pero nunca dará soluciones genéricas aplicables en toda circunstancia. Cada situación, cada entorno, cada cultura empresarial es diferente y por tanto, las soluciones posibles también. Nunca intentes aplicar directamente soluciones por mera traslación, no funciona. Al final las soluciones son únicas y aunque se aprende de los casos de éxito y fracaso, no dejan de estar circunscritos a sus particularidades. Toma notas pero no copies.

Y siempre, incluso de después de hacer un MBA, sé muy curioso, investiga nuevos caminos, quizá es el mejor MBA que puedas hacer... ¡hay tanto por descubrir!