Además de descansar las falanges y las meninges, también aprovecharé el tiempo que libero de escribir para leer sobre otros temas, hacer otras actividades a las que el verano invita. Es muy sano tomar distancia para después enfocar mejor y con otra perspectiva.
Os deseo un muy feliz verano, unas mejores vacaciones y que recarguéis pilas para afrontar el resto del año con ganas.
Tal y como ocurre a los estudiantes más desafortunados: ¡Nos vemos en septiembre!