Modelos de negocio innovadores: "Precio de un café, 15 minutos"

Estoy alerta, es cierto, pero es que no paro de encontrarme y descubrir nuevos modelos de negocio. Quizá en mucho casos no han descubierto la rueda ni falta que hace, pero quizá han tomado nota de lo que se hace en otros sectores porque es una forma muy interesante para innovar. Traerse al sector propio prácticas de otros sectores. Sí, la traslación de modelos de un sector a otro y la hibridación son fuente inagotable de nuevos modelos de negocio.

En los últimos días han sido varios los casos que me han llamado la atención. Hoy hablaré del que me llegó a raíz de tuit de Orlando Cotado (@ofcotado), que ya conocéis. El titular decía: El café que no cobra lo que comes y bebes: "Aquí se paga por minuto".

Resulta que en el café Ziferflat London, han decidido, importar una iniciativa ya utilizada con anterioridad y no del todo exitosa, en Rusia. Un nuevo modelo de negocio nunca antes visto en las cafeterías europeas. En él, a los clientes se les cobra no en función de lo que beben o comen, como se hace habitualmente, sino en función del tiempo que pasan en el local. La tarifa es del orden de cuatro céntimos de euros el minuto.

A falta de conocer los detalles, después de dar una vuelta virtual por el café y husmear en los comentarios de su página de Facebook, parece que está teniendo éxito. Adoptan una forma similar al del autoservicio, pero llevado al extremo. El cliente se lo guisa y se lo come, desde hacerse el café a limpiar la taza al salir o a freírse unos calamares (si se diera el caso). Claro está, esto repercutirá presumiblemente, en los costes de operación, que se verán reducidos siempre que los clientes no sean unos patosos y acaben con la vajilla en una semana. Entendemos que la media, somos suficientemente hábiles como para que no se nos rompan demasiados vasos y platos.

Por otro lado, como parte de su propuesta, más allá del hecho de tomarte un café, refresco, un bocadillo o lo que se tercie, declaran un ambiente hogareño que a la vista de los comentarios, parece que efectivamente los clientes así lo sienten. Para ello una decoración y diseño cálidos (de esto Iván y Orlando Cotado, ya citado, podrían decir mucho más y mejor seguro) ayudan seguro a ello. Y aunque no lo puedo saber, pero es mi blog e imagino como quiero, estoy seguro que un aroma a café y a tostadas son el toque final... el poder del olfato (parece ser el instrumento más potente para las emociones y los recuerdos). Y con wifi... no lo he encontrado explícitamente dicho, pero sin él no hay opción de negocio bajo mis hipótesis.

Una clientela que creo es bastante clara a la vista del barrio londinense donde se localiza, en el centro de Londres muy cerca de Candem: treinteañeros, que usan las redes sociales, que disfrutan de un espacio tranquilo y confortable para pasar un rato agradable bien solo o acompañado o incluso para estudiar o leer; una propuesta de valor claramente enfocada a la socialización que promueve un clima acogedor, donde si quieres un café rápido puede costarte 15 minutos (60 céntimos) o si lo que quieres es un bocadillo que te tendrás que hacer tú mismo te podrá costar una hora (2,40 euros) y todo en formato autoservicio "extremo"; un personal muy simpático (por lo que he leído) que te ayuda en lo que necesites... información se entiende (recordemos que es un autoservicio); pero sobre todo una nueva manera, en este sector, para generar ingresos: pago por tiempo de ocupación (como en los locutorios, en su día las tarifas telefónicas, los aparcamientos, etc). Podría parecer barata (o cara) pero tiene sentido. Creo no equivocarme si digo que los que allí van no van por precio fundamentalmente, sino por tratarse de un lugar donde conocer gente, poder hablar tranquilamente o disfrutar del ambiente que promete ser bastante agradable... la experiencia. Mucho más que una cafetería, que es casi la excusa para todo lo demás. Un modelo aparentemente coherente.

Dice su propietario que entiende esta iniciativa como un proyecto social, no como un modelo. Bueno, quizá sea solo la justificación a la, de momento, falta de rentabilidad (¿qué negocio lo es desde el primer día?). Sin embargo y a pesar de ello, a este modelo de negocio (yo sí que lo llamo así) le veo potencial y además, me gusta. El tiempo y los clientes lo dirán como suele ocurrir con estas cuestiones.