12 octubre 2012

¡Equipo!

¡Hola de nuevo! No, no he estado de vacaciones otra vez, ni mucho menos. Mi ausencia, ya casi un mes desde la última entrada se debe a circunstancias sobrevenidas. Y aunque estoy todavía inmerso en ellas, las ganas de escribir pueden conmigo. No será una entrada larga, ni la continuación del relato del viaje a Islandia porque ésta se merece que pueda dedicarle tiempo. Será simplemente una entrada para insistir en la importancia de los equipos...pero no me olvidaré de rematar el diario del viaje en cuanto saque ese tiempo que ahora no encuentro.

Si habéis leído alguna otra entrada anterior, ya me habréis "escuchado" esta afirmación. Y cada día que pasa, me reafirmo: soy un entusiasta de los equipos.

Este último mes lo he pasado en medio de una vorágine de trabajo y en circunstancias de bastante tensión y en muchos momentos, demasiados, al límite, por las circunstancias muy particulares que se daban. Afortunadamente, y gracias a un trabajo muy duro, parece estar todo encauzado. Pero sobre todo, si está controlado es porque he tenido la fortuna de formar parte de un magnífico equipo (que es de los denominados de "alto rendimiento", cumple con todo), tanto en obra como en oficina, al frente del que yo estaba como cabeza más visible.

A pesar de haber pasado por momentos muy complicados, cada uno de los que estábamos implicados, aportamos mucho para seguir avanzando. Unas veces con muy buenas ideas, otras con debates constructivos y otras veces simplemente apoyándonos, haciendo de psicólogos improvisados, porque las fuerzas a veces flaquearon (sí, se puede decir, no somos súperhombres o súpermujeres). Y levantarse, es lo obligado y se logró. Los equipos, las empresas, son fundamental y esencialmente personas y eso no debe olvidarse nunca.

Todo ello forma parte de trabajar en equipo. Cada uno son sus responsabilidades, por supuesto, pero todos unidos para lograr el objetivo y sumando en cada acto, nunca restando.

Así que a los cuatro miembros del "Arenas Team" (yo me incluyo), mi felicitación y agradecimiento por haber sido capaces de reírnos hasta  de nosotros mismos mientras sacábamos el trabajo y al resto de compañeros que desde algo más lejos estuvieron y están participando, igualmente gracias.

No os olvidéis, que un equipo (por definición debe ser bueno, si no tendría otro nombre: grupo, conglomerado o que sé yo) es fundamental para lograr los objetivos más difíciles. Totalmente convencido.

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