28 noviembre 2012

La clave de (casi) todo

Aunque algo pretencioso el título, no creo que vaya del todo desencaminado. Leyendo, viendo la televisión, mirando alrededor, hay algo común a todas las personas "de éxito", eso que llamo, la clave de (casi) todo.

Pensando en ello, lo primero que me vino a la cabeza, fue pasión. Pero enseguida recordé las palabras de Andrés Pérez Ortega (@marcapersonal en Twitter, muy recomendable seguir su blog y su cuenta twittera si te interesan los temas de branding personal; una persona muy directa y con la legua depilada, me encanta) advirtiendo sobre el uso de la palabra pasión (disculpad por no incluir el enlace, no lo encuentro, pero palabra que existe). En verdad, no es el adjetivo adecuado. Estas personas no sufren con lo que hacen, lo disfrutan. Así que, la pasión no es el denominador común.

Después me vino a la mente diversión. Pero aunque se divierten, no me parece tampoco la palabra que buscaba. Pasan malos momentos, incluso se pueden obcecar y no divertirse, pero siguen y no decaen. Así, que diversión tampoco.

Me vienen muchas más: dedicación, esfuerzo, perseverancia, talento... Pero creo que la que mejor define eso que tienen en común estas personas es su entusiasmo. Es lo que les mueve y lo que les hace seguir hacia adelante aunque los resultados en algún momento no sean los esperados. Es su energía. Y además, lo transmiten. 

Da igual que sea un amigo dedicado a las estructuras, un alcalde de un pequeño pueblo, un emprendedor, un geólogo, un cocinero, un periodista, un frutero, un palista... da igual. En cuanto les preguntas por "su tema", se les pone una sonrisa de medio lado, esa sonrisa, y no hay quien les pare. Rezuman alegría y los ojos les brillan de esa manea inconfundible. Y además, es una actitud contagiosa. Eso es entusiasmo.


Eso, es lo que creo que "los grandes" tienen y les diferencia. Y cuando digo grandes, no estoy hablando de personajes de relevancia pública o dedicados a enormes empresas. Me refiero a todos aquellos que convierten aquello que hacen en arte. Porque del entusiasmo salen grandes obras.

Ojalá todos fuéramos unos entusiastas. Pero es un estado difícil de alcanzar, que tiene demasiados ingredientes, algunos ajenos a nosotros, que hacen que sean personas poco frecuentes. El día que te cruces con una de ellas, no podrás evitar darte cuenta a poco que estés atento, no dejes escapar la oportunidad y habla con ella, disfrútala y estoy seguro que te contagiará sus ganas.

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