El domingo 12 de agosto de 2012, acabaron los Juegos Olímpicos. Tras 16 días de competición, se le da el relevo a las Olimpiadas de Río de Janeiro, que culminarán en 2016. Una fecha que bien hubiera querido para la ciudad de Madrid, como me hubiera gustado el 2012. Vencedores, medallas para los tres primeros clasificados. Pero y los demás, ¿han fracasado?
Los deportistas se preparan conciezudamente durante cuatro años (si no toda su vida) para llegar en las condiciones óptimas al gran evento. En muchos casos, son apenas unos minutos los que juzgarán su trabajo, en otros, los más afortunados, unas horas. Pero no más que eso. Es lo que les separa de la gloria o del ¿fracaso?.
No seré yo el que diga que lo importante es participar. A nadie, y digo nadie, le gusta perder. Sin embargo, sí estoy de acuerdo en que lo importante es superarse y alcanzar los objetivos marcados. El mismo lema olímpico, el archiconocido, "Citius, Altius, Fortius", lo dice todo: Más rápido, más alto, más fuerte. Pero, ¿en comparación con quién?. Sobre eso, nada dice.
Es por ello, que quiero esta entrada sea mi sencillo homenaje a aquellos que no consiguen medalla o ese reconocimiento general. Y no solo hablo de deportistas. A aquellos de los que no se habla porque no salen en la foto. A aquellos que quizá no hayan ganado pero que siguen luchando. Porque, como se suele decir, caerse está permitido, lo que no es admisible es no levantarse. Y es que desde la derrota, el fracaso, el error lo que se aprende es brutal.
Y hablo en primera persona. Me he equivocado muchas veces, más de una cagada y algún fracaso. Y estoy seguro, que lo seguiré haciendo. Es lo que tiene la vida. Lo que trato es no hacerlo dos veces de la misma manera... hasta en esto hay que innovar.
No ganar, no significa no haber triunfado o no haber alcanzado el éxito. Porque la definición de éxito es cuanto menos esquiva y subjetiva. Yo creo que uno triunfa cuando cumple sus objetivos. Y cada uno pone sus objetivos, que como es sabido, deben ser:
- Específicos, con una definición que no deje lugar a dudas del mismo.
- Alcanzables, realistas, porque si no, carece de sentido.
- Medibles, de modo que se pueda determinar el grado de cumplimiento.
- Limitado en el tiempo, dado que debe fijarse el instante para su evaluación.
Y aquí es donde los cuartos clasificados, los que no han pasado de las fases previas o no han conseguido "nada más" que acabar el maratón puedan en muchos casos merecer la felicitación y sentirse triunfadores. Porque el camino casi nunca es sencillo y alcanzar el objetivo, a menudo difícil. No obstante, no olvidemos que el camino se puede y debe disfrutar y si el objetivo no se alcanza, en nuestra mano está analizar el porqué y volverlo a intentar.
Y es que siempre hay que estar aprendiendo.
PS: por cierto, entre el día 29 de agosto y el 9 de septiembre, se celebran los Juegos Paralímpicos Londres 2012. Si los deportistas que han participado en los acabados JJOO son un ejemplo de superación, lucha, tesón y esfuerzo, sobra decir lo que nos enseñan los deportistas paralímpicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aquí tu comentario. No existe moderación alguna, por lo que todo comentario será un regalo. No obstante, si el contenido del mismo resulta ofensivo o carece de vinculación con las entradas, me reservo el derecho de eliminarlo.