Una vez más, he cambiado de compañía de teléfono móvil. Sí, es mi pequeña peregrinación en la búsqueda de un lugar en el mundo de las telecomunicaciones donde me sienta a gusto, iluso de mí... y no voy a negarlo, también es esa insana necesidad de probar e investigar (cada uno tiene sus vicios y aficiones). Y os doy mi palabra, que soy fácil de contentar, pero ni con esas. En esta ocasión, os voy a contar la historia de un mal comienzo, de una decepción. No esperéis lágrimas, llantos y desamor (un poco sí) que ya sabéis de que va el blog.